Mientras los serenos se han convertido en custodios de los flujos seminales de los jóvenes, la ciudad de Huancavelica sigue sumida y a expensas del robo, pandillaje y atracos nocturnos.  

Los robos se suscitan en las narices de los policías y serenos, ¡Claro cómo no!, porque los obreros vigilantes del placer ajeno están al acecho de alguna nalga desbordada y provocar coitos interruptus.

El placer descontrolado de los jóvenes no es el problema de Huancavelica. El problema de Huancavelica está en la pobreza, en la educación y en la inseguridad latente. Está en las obras olvidadas y ajenas a la prontitud. Está en la contaminación y las discotecas con licencia de orgía romana.

Esas cámaras se han convertido en espectáculos del morbo que satisfacen las insatisfacciones eróticas de los serenos y la audiencia selecta de la alcaldía.

“Villa Cariño”, su nombre mismo lo dice todo: Paraje de cuitas de antaño. Aún así en Huancavelica se aniquila el cariño, la afectividad. Claro que no estamos a favor de los actos obscenos e inmorales en lugares públicos. Sólo esperamos que en adelante un simple gesto de cariño o afecto entre parejas no sea también vetado por la estupidez y la ignorancia de nuestras autoridades. Parques como el Del Amor existen en el Perú, y en el caso específico de Lima, los asistentes a ese parque no son perseguidos por serenos medievales ni grabados por cámaras fisgonas. Es un lugar donde las parejas expresan y coronan sus energías de afectividad. Es más, la afectividad, más que una amenaza, es una cualidad innata al hombre que lamentablemente el cerebro de pavimento de nuestras autoridades lo quieren aniquilar.

Mientras serenos procaces corren tras un calzón por deslizarse, en el centro de la ciudad y lugares olvidados, los delincuentes hacen de las suyas. Roban, asaltan, bolsiquean, atracan, arranchan carteras y billeteras.

Aquí, se debe deslindar dos aspectos: Dónde empieza y dónde termina la libertad personal y el derecho a la intimidad. ¿Solo en los cuatro lados de tu cama?, ¿Sólo en las fronteras de tu casa? La libertad y la intimidad están ligadas a la misma persona y va con nosotros, la delgada diferencia es sólo las distancias sociales y lo público. Al final, lo moral e inmoral, sólo son cuestiones de estrechez mental fomentado por corrientes mojigatas católicas que han visto en el sexo un pecado. Habrá que cuidarse de estos “beatos” de día y “gatos” de noche, que aparentan moralidad cuando de moral no tienen ni en las pocas palabras que eructan.

RETOS PARA LAS INSATISFECHAS MENTES DE LA MUNICIPALIDAD:

¿Por qué no pusieron tantas cámaras para grabar y filmar a la cúpula de funcionarios que convirtieron la alcaldía en una cantina de mala muerte? Pero no, se chuparon en la misma alcaldía y no invitaron a la prensa nacional.

¿Por qué no prestan sus camaritas para destapar actos de corrupción y abuso que cometen los sobones que rodean al ex alcalde y su cúpula enquistada?

Finalmente, quieren luchar contra la borrachera y el desenfreno, cuando la municipalidad de Huancavelica es la promotora y la dilecta consentidora de borracheras masivas en plazas y parques de la ciudad. Son los que logran vaporizar el orín extremadamente concentrado de exaltados parroquianos que liban, bien autorizados, en plazas y calles de la ciudad. No hay urinarios y las calles apestan después de una faena festiva descomunal y las jaurías de perros coronan sus heces en todo lugar como un convite para que el alcalde lo pruebe en distintas presentaciones: fresco, seco o pulverizado. Claro, la Municipalidad no sabe que eso es un grave atentado contra la salud pública y está hoy a la caza de espermas descontrolados que algunas parejitas intentan darle un buen destino para la supervivencia humana. Las cámaras de "Sex guridad" ciudadana, serían más dignas para entregas regulares de play boy, venus y otras que hacen del placer desbordado un negocio.